Ante el Sporting el Getafe no hizo buenos los últimos empates que ha cosechado. Caían en el Molinón, ante una afición volcada, ante un equipo, el local, que desde el primer minuto dejó claro que no iba a ser un camino de rosas para los de Míchel, y ante un sinfín de importunios que motivaban que el cuadro azulón sumaran otra derrota.
Fue un partido intenso, sobre todo por parte de los de Preciado. Se respiraba en el terreno de juego que los sportinguistas tenían claro que muchas de sus aspiraciones de permanencia pasaban por ese partido. Así lo entendieron y así lo consiguieron. En cuanto al papel del Getafe tuvo pocas oportunidades, y las pocas que tuvo las desaprovecho. No fue un buen día para los getafeños que vieron que el Sporting era superior desde el principio en intensidad.
Lo que resta ahora, pensar en el próximo rival, conseguir una victoria y sumar tres puntos que vuelvan al equipo a su cauce.
Fue un partido intenso, sobre todo por parte de los de Preciado. Se respiraba en el terreno de juego que los sportinguistas tenían claro que muchas de sus aspiraciones de permanencia pasaban por ese partido. Así lo entendieron y así lo consiguieron. En cuanto al papel del Getafe tuvo pocas oportunidades, y las pocas que tuvo las desaprovecho. No fue un buen día para los getafeños que vieron que el Sporting era superior desde el principio en intensidad.
Lo que resta ahora, pensar en el próximo rival, conseguir una victoria y sumar tres puntos que vuelvan al equipo a su cauce.
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