Seis partidos sin ganar, tres derrotas consecutivas en Liga, un solo gol en los últimos seis encuentros lejos del Coliseum y algún que otro dato más demuestran que el Getafe está ante la peor racha de su historia reciente, es decir, desde que llegó a Primera. Pese a todo, la situación no es dramática y todos los estamentos del club piden calma. El primero fue Ángel Torres con aquello de "somos el Getafe y no se nos puede pedir más" y ayer Míchel: "Soy optimista. Estamos mal, pero no tanto por juego, sino de ánimo. Estos jugadores lo dan todo y por eso estoy más tranquilo. Si en alguno de estos partidos nos hubiésemos puesto por delante seguramente las cosas serían distintas. No todos los años pueden ser como el pasado". Desde el club también se asegura que no habrá refuerzos en el mercado invernal, al menos si no hay sorpresas con alguna salida.
Aunque el equipo permanezca en la zona templada de la tabla, el ambiente está enrarecido y se mira al próximo partido como una final. El visitante es el colista Zaragoza y Míchel espera recuperar efectivos. Miguel Torres se va a incorporar ya hoy al trabajo con el grupo y Víctor Sánchez y Gavilán esperan poder llegar también al choque del lunes. Los azulones vuelven esta mañana al trabajo después de la jornada de descanso de ayer.
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