El Getafe venció por la mínima al Apoel (1-0) y tendrá que sufrir en Chipre para acceder a la fase de grupos.Ante un rival bien ordenado, al Getafe le faltaron ideas en el primer acto. Sólo Parejo la pedía, y no siempre era capaz de enlazar con algún compañero. Borja estuvo gris al lado de Boateng y en las alas Gavilán y Arizmendi no desbordaron. El Apoel asustó en alguna ocasión a la contra, siempre con la presencia de Marcinho, un jugador que resultó muy peligroso desde la media punta.No le iban bien las cosas al Getafe, que sólo creaba algún peligro con la velocidad de Colunga y los disparos lejanos de Arizmendi. Entre los debutantes, el mejor fue el delantero asturiano, que tuvo movilidad. Arizmendi le puso voluntad y Borja apenas apareció. No extrañó el cambio de los dos últimos al descanso por Albín y Manu del Moral. Con ellos, el Getafe mejoró.Antes de eso, Parejo puso por delante a su equipo sin merecerlo en exceso. El enganche azulón se sacó un zurdazo que Chiotis no supo detener, lanzándose a destiempo y mal. Lo mejor a esas alturas de partido era, sin duda, el resultado. La respuesta de Míchel tuvo grandeza. A pesar de ir por delante, retiró a un mediocentro (Borja) y colocó a un hombre de ataque (Albín). Parejo se retrasó, tuvo más compañeros con quien combinar y el Getafe jugó mejor.El Getafe tuvo varias ocasiones para irse con una mayor ventaja a Chipre. Un disparo de Albín se fue por poco y un par de jugadas de ataque las despejó la defensa del Apoel en el área pequeña. Los chipriotas lo intentaron en un par de contras, una última llevada de nuevo por Marcinho y rematada mal por Solari, pero bastante tuvieron con aguantar el 1-0. A última hora, un gran disparo de Parejo pudo suponer el segundo, pero la pelota se marchó por menos de un palmo. No llegó el segundo y habrá que sufrir.
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